EL GRANO DE MOSTAZA

EL GRANO DE MOSTAZA
Debemos ser como el grano de mostaza, pequeño, pero fructifero.

Dios te bendiga.

Dios te bendiga.
El Dios del amor te bendiga a ti y a tus seres queridos.

lunes, 4 de enero de 2016

Rayitos de luz



Comenzemos el nuevo Año, llenos de ailusión, esperanza, y buenos propositos,
y que todo lo que sea bueno para nosotros se nos cumpla.



Para mi querida MADRE, a la que tanto quiero y hecho de menos, aunque sé que está junto a mi PADRE, AL QUE TANTO AMÓ.
Mis queridos Padres, que tanto amor, y tantos valores nos inculcaron, los llevaré siempre en mi corazón.
Y cuando nos encontremos en la otra vida, estaré juto a ellos, eternamente.



Cuatro sencillas palabras para ser felices, y hacer felices alos demás. 



El gran regalo que nos hizo DIOS, la vida hay que vivirla dando amor, cuanto m´´as demos más recibimos.



Me pongo cada día en las manos de Dios, el jamas nos soltará.

   

Jamás rendirse, siempre hay que seguir intentándolo, sólo así se consigue lo que nos propongamos.



Que almohada más suave y comoda para dormir bien.
Una conciencia limpia y tranquila. 



Quien tiene una verdadera amiga tiene un tesoro.
La verdadera amiga es la que nos quiere y acepta tal como somos.



Asi de pequeña me veo yo en las manos de Dios, pero confiada porque estoy en las manos de mi PADRE DIOS.

  

Con mis mejore deseo y cariño, para todo el que lo lea.



Esto es realidad si lo hacemos valorando cada día el gran regalo que nos da Dios, la vida.

  
La vida es como una carretera a veces es recta y a veces tiene curvas, lo importante es recorrerla a una velocidad aconsejada y siempre siendo responsable, con el tesoro que tenemos en nuestras manos 
LA VIDA.



Que bellas palaabras si son dichas desde el corazón, la persona que las recibe será la más feliz del mundo, ya que es amada con toda el alma.



Que palabra más bella  "PAZ" y que poco valorada por muchos, ojala tengamos paz interior y seamos constructores de paz a nuestro alrededor, sólo asi habrá paz en el mundo.



Hermosas palabras de aliento y reconfortantes nos dirije JESÚS, a cada uno de nosotros si estamos atentos a su voz, sólo la oiremos en nuestro interior.




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