En el hogar, es donde se debe encontrar, el amor, la paz y el verdadero sentido de la familia. Esto es posible bajo el amparo y la mirada de Amor de Dios.
Todos tenemos derecho a una vivienda digna, pero también tenemos derecho a tener una verdadero hogar, esto es posible si existe el respeto mutuo en la pareja, la comprensión, el amor de padre e hijos, y para ello tenemos que ser tolerantes, y comprensivos, unos con otros.
Con la yuda de Dios, todo es posible. Así lo deseo y lo pido Nuestro Padre Dios, para mi familia y para todas las familias del mundo.
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